Entrevista a León Trahtemberg, Miembro del Consejo Nacional de Educación y Co-Fundador de la Escuela de Directores y Gestión Educativa de IPAE: "Nuestra meta en educación debe ser que el 100% de los niños aprenda a leer y escribir"
CEE: En esta campaña electoral se ha criticado a los candidatos por la ausencia de propuestas. Sin embargo, la buena noticia es que todos los candidatos han hablado de educación y eso es una novedad.
LT: Nunca antes hemos escuchado a un candidato presidencial hacer de la educación el tema principal de campaña y mucho menos a todos los candidatos. Esto quiere decir que en el fondo, los políticos, los empresarios, los intelectuales, se han dado cuenta de que el Perú ya llegó a su techo en lo que es su desarrollo. Hubo una época en la que bastaba tener unos ingenieros, algunos abogados, algunos médicos o una élite de trabajadores de grandes empresas para que ellos empujasen a todo el resto, aún siendo analfabetos. Hoy en día los líderes se han dado cuenta que la productividad de las empresas depende mucho del nivel de educación de los trabajadores y, por lo tanto, que la competitividad del país depende de su
nivel educativo.
CEE: El enfoque con el que ha sido abordada la educación en nuestro país, ¿ha sido el correcto?
LT: Es un enfoque lleno de lugares comunes: Mejorar la calidad de la educación, la infraestructura de los colegios, pagarles más a los profesores. Yo no he escuchado a uno decir que la única manera de mejorar la educación es potenciar a los docentes que son buenos y eliminar a los que son malos. Eso a pesar que la carrera pública magisterial plantea que hay que ir mejorando en función de los méritos de los profesores, y que a aquellos que no alcanzan un mínimo aceptable después
de dos oportunidades hay que sacarlos.
CEE: ¿Eso no es lo que se hace en el actual gobierno?
LT: No, tampoco, porque no han sacado ni a un solo profesor. Este gobierno solo ha aplicado la parte del ascenso de la carrera pero no la eliminación de los que no están a la altura de lo exigido.
CEE: Es difícil hacerlo, ¿no son los docentes y sus capacidades consecuencia también del sistema? Si no hay una formación y capacitación suficientes, ¿cómo lanzar la idea de que si no apruebas te vas?
LT: Es que el problema es muy complejo. La evaluación para entrar a la carrera magisterial ya está cuestionada, con mayor razón se cuestionaría la evaluación para eventualmente sacar a alguien. Yo no creo que esa decisión ni el proceso deben
estar a cargo del Ministerio. Los profesores deberían pasar por cursos exigentes, rigurosos, en las universidades o los institutos acreditados, y los que aprueben, deben recibir puntajes positivos, y los que no, puntajes negativos. Además,
no hay que medir solo los conocimientos, sino también las aptitudes pedagógicas, la capacidad del profesor de enseñar. Mientras el Ministerio crea que con una prueba puede evaluar a 300 mil maestros y decidir quién es bueno o quién es
malo, el sistema no va a funcionar.
Los profesores deberían pasar por cursos exigentes, rigurosos, en las universidades o los institutos acreditados,
y los que aprueben, deben recibir puntajes positivos, y los que no, puntajes negativos. No hay que medir solo conocimientos, sino también las aptitudes pedagógicas y la capacidad del profesor de enseñar”
CEE: Entonces el problema de los docentes está detectado pero no se está abordando como se debe.
LT: Claro, porque por otro lado tampoco es justo echarle la culpa de todo al docente, formado o capacitado en las universidades o institutos autorizados a funcionar por el Estado. El Estado les ha dado un título que se les reconoce y el Estado además los ha nombrado, porque todos estos maestros que están por ingresar a la carrera pública magisterial han sido nombrados por el Estado, entonces también es un poco tramposo decir “nosotros hemos formado a los profesores, los reconocemos, les entregamos un título, les damos una plaza y luego decimos que no sirven”. Eso hace el problema mucho más complejo.
CEE: Tal vez el Estado no está en capacidad de hacer lo que se debería hacer y ese es el tema de fondo. ¿Hay o no una relación entre el sistema educativo y la forma en que se ha concebido el modelo de desarrollo?
LT: Claro, porque el modelo educativo peruano se gesta a principios de este siglo por influencia primero de los alemanes, los franceses, los ingleses y luego de los americanos. Pero eran centros dirigidos a las clases medias que eran las
que tenían acceso a la escuela y después a la universidad. Cuando se empieza a extender la educación de manera masiva a los pobres, en lugar de replantear el modelo para que esos estudiantes que vienen con una infancia poco estimulada,
mal nutrida, mal atendida, lo que se hizo fue agarrar a la escuela de la clase media, agregarle más aulas y meter a los alumnos gratuitos, a lo que se agrega el hecho de que no aumentaron los presupuestos y se terminó desincentivando a los profesionales de clase media que querían ser maestros. Entonces, la composición socioeconómico de los maestros en los últimos 40 años es, en su gran mayoría, pobre y muy pobre. Gente que tiene un menor acceso a la educación, a la cultura, a los medios de comunicación, a las telecomunicaciones, a los libros, a las capacitaciones de mejor nivel. Es un círculo vicioso negativo, y el deterioro va creciendo.
CEE: Entonces, ¿por dónde iría la posible solución?
LT: El problema está en la creencia de que puede haber uniformidad en un país donde hay 75 mil colegios, de los cuales 25 mil son privados y el resto son públicos. Y unos 25 mil más o menos son unidocentes. Creer que para todos los colegios
del Perú se puede usar un modelo, un currículo, un enfoque de formación magisterial, un enfoque de programas, de evaluación, de estándares de aprendizaje, es ridículo. El Perú debería hacer un laboratorio de experiencias educativas
innovadoras, de tal manera que todas las universidades, institutos, ONG, entidades privadas -que tengan experiencias en educación- reciban el encargo de asumir más y más recursos para replicar su modelo. Así podríamos ir haciendo
crecer los modelos que funcionan, conociendo cuáles funcionan en zonas urbanas y cuáles en zonas marginales; cuáles en la sierra, en la selva; cuáles en espacios bilingües, etc. Toda esa experiencia educativa que el Perú debería articular está
desarticulada. El país no las está aprovechando. Si a eso le agregas que no hay un liderazgo promotor de la innovación, entonces lo que vas a encontrar siempre en las escuelas públicas son profesores que te dicen “esto no se puede hacer, esto no te lo permite la UGEL, esto no te lo permite el Ministerio, que la norma dice esto”.
O sea, todo lo que podría ser espacio de innovación está casi prohibido. Con un enfoque así, no hay manera.
CEE: ¿Sería el Estado el que a la larga se encargaría de replicar esta experiencia?
LT: Sería el promotor. El Estado lo que tiene que ser es el gran auspiciador para la innovación. Lo que el Ministerio de Educación debería ser es el veedor, el observador, el que monitorea las experiencias exitosas para después difundirlas,
divulgarlas. Es decir, el Estado debe ser un gran promotor, no tiene por qué ser el administrador directo, el encargado de las planillas de los profesores, de los administrativos, de la infraestructura, de la compra de equipos...
“El Estado debe ser un gran promotor, el Estado no tiene por qué ser el administrador directo, el encargado de las planillas de los profesores, de los administrativos, de la infraestructura, de los equipos, de la compra de equipos, de la inmobiliaria, laptops…”
CEE: ¿Cuál debería ser entonces el papel del Estado para lograr una educación pública de calidad?
LT: El Estado debe ser únicamente un factor rector y debe cumplir el rol subsidiario de ayudar al que no puede solo. Pero si hay un colegio que, sin estar trabajando con el Ministerio, saca buenos resultados, ¿para qué necesita al Ministerio?
O sea, el Estado debería decir que todo aquel que demuestre que puede hacer las cosas bien por sí solo, se le da las facilidades para que lo haga. Y, en ese caso, el Estado lo único que debería hacer es acreditar quiénes son esos que pueden solos. Si ven que hay modelos que funcionan en determinados lugares, entonces acreditas a esas instituciones y dices “bueno, esta institución es confiable y le corresponde recibir recursos”.
“Creer que para todos los colegios del Perú se puede usar un modelo, un currículo, un enfoque de formación magisterial, un enfoque de programas, de evaluación, de estándares de aprendizaje, es ridículo”
El camino de las empresas
CEE: ¿Por qué cree que es tan difícil aumentar el presupuesto para la educación, a pesar de que existe un compromiso de todos los sectores políticos?
LT: Primero porque no hay interés de los gobernantes. Ellos creen que no hay un rédito de corto plazo, lo cual no es cierto porque hay una gran cantidad de cosas que dan frutos en un año o dos. En el último CADE yo les decía a los empresarios que aprovechen que tienen peso político y económico y que constituyan un lobby profesional y transparente de entidades que asuman la función de presionar al gobierno, al Congreso, a los ministros, para perseguir la promesa de que la educación va estar en el primer lugar de la agenda, que va haber innovación, que se va a invertir en ciencia y tecnología, que va a subir el presupuesto al 6% del PBI. Es decir, agarrar la lista de promesas y estar como una pulga en la oreja, promoviendo que eso se haga. Y les convendría, porque cada empresa tiene su programa y si tú
sumas toda la cantidad de plata que están gastando por separado y lo comparas con los logros que están obteniendo en la educación en el Perú, la productividad es bajísima. Yo me pregunto cómo los empresarios no se dan cuenta. Ellos que
son los expertos en productividad no se dan cuenta que 1+1+1+1 es casi 0.
La Visión de país y la Educación
CEE: Y el proyecto educativo nacional del Consejo Nacional de Educación (CNE), ¿es un buen punto de partida?
LT: Esa es una especie de gran autopista para el desarrollo de la educación pero, valgan verdades, fue construida sin conocerse el plan de desarrollo de país. Al no existir, entonces lo que el CNE hizo fue asumir denominadores comunes internacionalmente aceptados como convenientes para que una persona esté bien educada en el siglo 21. Si el Perú tuviera un norte clarísimo, como por ejemplo lo tiene Singapur, que ha decido que va ser una especie de “Silicon Valley de la investigación para curar el cáncer” y han llevado unos 200 científicos de nivel mundial para hacerlo, sería distinto. En su momento Estados Unidos se propuso ser el líder en HiTech en el mundo. ¿El Perú qué va a ser? ¿Agrícola, industrial,
manufacturero, exportador minero? ¿Va a ser pesquero, se va a focalizar en el turismo, la gastronomía, pequeña y mediana empresa en orfebrería? ¿Qué somos, qué vamos a ser? Cuando no hay esa visión, que es la que deberían tener los
estadistas y nuestros candidatos presidenciales, no hay con que alinearse.
CEE: Eso es lo que no tenemos…
LT: Claro. ¿Qué hizo el CNE a falta de visión? Preguntó a la Sociedad de Minería, al Ministerio de Trabajo, o sea a los que tenían algún tipo de plan, de visión, pero cada uno muy sectorial, y se hizo el mejor articulado posible. Pero ese plan inevitablemente comete el error de agarrar las tendencias de los sectores y hacer proyecciones lineales hacia el futuro, en lugar de empezar por el futuro y preguntarse qué hay que hacer hoy para llegar a ese futuro. Si tú haces un diagnóstico
del pasado nunca se te va ocurrir eso, pero si empiezas a imaginar el futuro y las ventajas comparativas de ser el país con mayor biodiversidad del mundo, hacemos de eso un valor y nos preguntamos qué podemos hacer para poner al Perú
en el mapa mundial como el número 1.
CEE: Dentro de los alcances que tiene el CNE, ¿qué debería rescatar el próximo gobierno de todas maneras?
LT: Lo que ha hecho el CNE o el proyecto educativo nacional es marcar una ruta y poner a todos los actores que hay que tomar en cuenta simultáneamente si queremos hacer un cambio en la educación, pero el CNE no puede decirle al país cuál es su visión de futuro, eso no le corresponde.
Cambios urgentes
CEE: ¿Cuál es la situación de la educación básica, primaria y secundaria, hoy?
LT: Acaban de salir los resultados de la prueba de comprensión lectora y habilidad matemática, y te muestran que siete de cada 10 niños que terminan segundo grado pasa de año y no comprende lo que lee, y 9 de cada 10 no puede resolver
ejercicios de aritmética que corresponden a segundo grado y aun así pasan a tercero. Estos son chicos condenados a la invalidez escolar.“(…) no hay reformas sin dolor. Cuando haces promesas sin dolor no hay reforma. No puedes cambiar algo que anda mal sin que a alguien le duela, y sin que a nadie le cueste. Cuando alguien te promete cosas que no te van a doler o que no te van a costar te están engañando”
CEE: Y después con problemas en el mercado productivo…
LT: Y eso que se ha gastado miles de millones de dólares en educación. El gobierno juega con la cifra, dice “hemos subido del 23% al 26%”, pero de qué sirve si se quedan 74 sin aprender. Y los niños del segundo grado del 2010 son niños que
han entrado a la escuela bajo el régimen aprista. No le pueden echar la culpa a los gobiernos anteriores.
CEE: La Mesa de Concertación de Lucha Contra la Pobreza logró que se aprobase una ley para que se priorice la infancia en el presupuesto, pero la norma no se cumple.
LT: Por eso cuando a mí me ofrecían ser Ministro de Educación, yo decía: estoy dispuesto a ser ministro de Economía, porque el que maneja el sistema de educación en el Perú es el titular de Economía. Por eso es que cuando a uno le ofrecen ser Ministro lo primero que debe saber es quién es el Presidente, el primer ministro, quién es el ministro de Economía y cuál es la correlación de fuerzas en el Congreso. Hasta hoy, al menos en mi experiencia en los últimos 20 años, la respuesta ha sido que no se puede hacer nada y, de hecho, no se ha hecho casi nada. ¿Cuál de los ministros de Economía que tú recuerdes, si quiera en sus discursos, mencionaba la palabra educación?
“(…) cuando a uno le ofrecen ser Ministro de Educación lo primero que debe saber es quién es el Presidente, el primer Ministro, quién es el Ministro de Economía y cuál es la correlación de fuerzas en el Congreso. ¿Cuál es de los Ministros de Economñia si quiera en sus discursos menciona la palabra educación?”
CEE: ¿Y cómo se cambia eso?
LT: Con liderazgo. Ya no necesitamos un Ministro de Economía macro, que solo sepa cuidar las cuentas fiscales. Tiene que ser alguien que conozca de los problemas sociales, sino, vamos a seguir igual. A mí me gustaría ver si las fuerzas políticas
y empresariales logran ponerse de acuerdo en un plan y en algún esquema de financiamiento. Pero si le van a pedir al ministro de Educación que haga de Superman, que sin plata, sin acuerdo político y sin interés por la educación, transforme
la educación peruana, están locos.
“(…) podríamos hacer crecer los modelos (educativos) que funcionan, conociendo cuáles funcionan en zonas urbanas y cuáles en zonas marginales; cuáles en la sierra, en la selva; cuáles en espacios bilingües… Toda esa experiencia educativa que el Perú debería articular está desarticulada. El país no las está aprovechando”
CEE: Hablemos de la interculturalidad. Hay un video donde se evalúa a un niño quechua hablante en español. Cuando ese niño se comunica en quechua, su comprensión lectora está bien, pero cuando pasa a castellano está muy mal. ¿Qué hacer?
LT: Se ha dejado de formar maestros bilingües que además del español sepan quechua, aymara o lenguas nativas diversas. Cuando el ministerio de Educación de Lima decide poner nota 14 para el ingreso a los institutos pedagógicos, automáticamente todas las personas de las comunidades nativas, indígenas, andinas no pudieron ingresar a los institutos. O sea, en los próximos años no va haber profesores para las zonas que no hablan castellano. Eso se le ha dicho al gobierno
aprista en todas las formas, pero no escuchan.
CEE: Eso también demuestra la falta de una visión de país, de no conocer lo más elemental. Eso explica también el voto por Humala.
LT: El voto de Humala es una replica de los votos del 2006. Yo creo que las encuestas no estaban equivocadas. Cuando le daban a Humala el 5% o el 6% de intención de voto era porque la gente que había votado por Humala estaba a la esperas de cuál otra opción aparecía. Cuando se dieron cuenta de que todas las otras eran más o menos parecidas, regresaron a Humala. Y el responsable principal de todo esto es Alan García.
CEE: ¿Algo rescatable de las propuestas de gobierno de los candidatos?
“Los candidatos no han tenido ni un problema de tener una lista de un menú de cosas que todo el mundo apruebe, pero cuando les preguntas como lo vas a hacer y a costa de que… se quedan callados”
LT: El problema es que las propuestas están bien porque lo que han hecho ellos es recoger los planes del CNE, de algunas ONG, las propias experiencias de los educadores que han sido parte de los equipos. Entonces lo que han planteado tienen
sentido, hay que incentivar la infancia, los wawa wasis, universalizar la educación inicial, una secundaria tecnológica, crear institutos de calidad, invertir en ciencia y tecnología, etc. El menú de cosas está bien. Pero cuando les preguntas cómo lo
van a hacer, se quedan callados.
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